cien carnavales

Escribo con ganas de verte, creo que rondan las doce de la mañana y se mezcla el hambre con el cosquilleo de estómago al pensar en ti. Ya ves tengo dos ojos, dos brazos y dos piernas pero mi hipotálamo está loco por ti.
La mañana no pasa y no tengo noticias tuyas desde la noche, siempre te acuestas antes que yo, pero sin mi. me atrevería a decir que serías el mejor edredón de mi desordenada habitación para este otoño que acaba de empezar, mira tú, casi igual que nosotros pero con menos frío.