“y es que tu y yo ya no somos como el resto del mundo”
Y me baso en esto por varias razones,
no me se tu número de teléfono y creo que tampoco la fecha de tu cumpleaños.
No llevo la cuenta de los meses que llevamos juntos
pero si de las miradas, esas que me hacen temblar
y no de frío precisamente.
Creo que ya empiezo a entender porque la cocina no es lo tuyo,
ya que si yo fuese tu cena acabaría chamuscada.
Tampoco entiendo como descubriste hace poco
que mi incisivo derecho está ligeramente torcido,
ya que estando contigo pocas veces se esconde.
Bueno, volviendo al tema principal: me da igual saber cuanto llevamos con esto,
pero ya que no empezó ayer, que no acabe pasado mañana
(y aún así cien carnavales me sabrían a poco)
te quiero
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